Por muchos cuidados que tengamos en el mantenimiento de la chapa y pintura en Bilbao del coche, si los materiales y técnicas usados en el pintado de la carrocería no son los adecuados, será muy difícil conseguir buenos resultados. Por norma general los fabricantes utilizan elevados estándares de calidad en las fases de pintado y barnizado, pero siempre hay una mínima posibilidad de fallo. De la misma manera, existen casos en procesos de reparación donde el resultado final es óptimo pero a los pocos meses la degradación sufrida por la pintura muestra que el trabajo no se ha sido efectuado con la máxima calidad. Estas son algunas claves para verificar un buen pintado o repintado de la pintura.

- Si al chequear la chapa y pintura en Bilbao de nuestro vehículo detectamos pequeñas partículas pegadas al barniz, que no te quepa la menor duda de que dicho proceso no se ha realizado en las condiciones más óptimas: el barnizado de la pieza se ha hecho en un ambiente que contenía polvo en suspensión.

- La aparición de superficies rugosas o porosas en el barniz demuestra la falta de material en esa zona, revelando que el proceso de pintado/barnizado se ha realizado de una manera asimétrica y dejando zonas de la pintura sin terminar del todo.

- Si durante la inspección visual detectamos zonas donde los tonos varían, o donde hay incluso cambios de profundidad, no hay que dudar en traer el vehículo a Ruizar. Las zonas con pequeños relieves son síntoma inequívoco de exceso en pintura o barniz.